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miércoles, 20 de abril de 2011

Un dulce error...

    Esta semana me regresaron  con mi querido Jeisson, resulta que Tortuga tuvo una hermosa bebe, se llama Luciana, así que  a LA COCINA de Donostia  pasaron a Nico y  a Rodrigo, dos pasantes que podían quedarse también para el turno nocturno, estarán a cargo por estos días de la sección de Tapas y acompañantes calientes. Así que como podrán imaginarse estoy nuevamente limpiando y porcionando carnes y pescados y haciendo los postres de los dos restaurantes.
   El señor Chef, tras el éxito del último menú de maridaje,  ya comenzó a organizar el próximo, para ello inició algunas  pruebas la semana pasada y yo he estado feliz ayudandole  por dos motivos, el primero es que trabajando con Alejo se aprende un montón, ya les había dicho que él es sumamente generoso con el conocimiento. El segundo, aunque un poco menos altruista bastante comprensible, es que me pude librar de limpiar las carnes con Jeisson por un rato, si ya se que suena perezoso, creanme que no es así, la realidad es que para un vegetariano es bastante rudo ese trabajo, igual se me acabo la guachafita  porque esta semana cometí un error garrafal.
  Resulta y acontece que Alejo me pidió que le ayudara haciendo un caramelo para una tarta Tatin de piña que estaba ensayando, yo toda orgullosa salí corriendo a hacer mi caramelo,  medí mis dos tazas de azúcar, mi taza de agua y mi chorrito de limón(esta es la proporción par el caramelo) las  serví con muchísimo cuidado en la olla, evitando que salpicaran cristales de azúcar en las paredes de la misma ( por alguna razón química que desconozco cuando quedan cristales en las paredes de la olla el caramelo se cristaliza),  luego agarre mi olla y la puse en el fogón a fuego medio, con mucho cuidado  tan pronto el agua comenzó a hervir,  fui esparciendo en el borde de la olla cucharaditas de agua para que se despegaran los cristalitos que salpicaban. Pasaron 5, 10, 15 minutos y aunque el azúcar se quemaba no se derretía, preocupada llame a Alejo, este vino corriendo a auxiliarme,  nadie entendía en LA COCINA que estaba pasando,  Alejo le puso más agua a la mezcla y nada, luego le echamos la culpa al azúcar, esa  semana había tocado comprar otra marca porque el proveedor nos había quedado mal, seguro que tenía tantos químicos que por eso no se derretía, mas limón y nada, hasta que finalmente Alejo la probó, resulto que no era ¨solo azúcar¨, era azúcar con sal. Bueno esta que les escribe no hallaba en donde meterse, quería  que me tragara la tierra. Luego descubrí que no todo fue  culpa mía, yo agarre el tarro del azúcar donde alguien seguramente había echado sal por equivocación, mi error fue que  no lo probé. Se imaginaran que el Señor Chef me mando de regreso donde Jeisson a limpiar rodillas de cerdo mientras el mismo hacía su caramelo.  ¡Fue Horrible! Me sentí como  una niña a la que le dan un caramelo, valga la redundancia, y luego se lo quitan.    
    Para olvidar el rato amargo me compré un libro maravilloso que les quiero compartir,  se llama COCO,     en este libro  ¨10 Maestros internacionales de la cocina eligen  a los 100 mejores chefs¨. Cada uno de estos chefs nos ofrece un menú  con  las recetas de sus mejores platos y al final  los 10 maestros nos regalan, cada uno, una receta emblema de su cocina. Además hay una pequeña biografía de cada chef y una nota de introducción donde los maestros nos cuentan porque han elegido a ese chef en particular. Maravilloso. 
    Que descansen en Semana Santa...






  

miércoles, 6 de abril de 2011

Casi un mes...



    Acabo de notar que hacía ya casi un mes que no escribía y aunque me siento bastante apenada por lo perezosa que he sido, debo justificar mis faltas diciendo que he estado bastante ocupada. La verdad es que desde hace un mes que entre a LA COCINA de Donostia y es lo máximo, es mucho mayor el volumen de trabajo, se entra antes y se sale mas tarde, pero es un placer estar allí.
    Es un placer por varios motivos, el primero es que al haber mas volumen todo es mas rápido, uno no tiene tiempo de pensar, es un stress si, pero un stress lleno de olores y sabores. El segundo es el tipo de comida que se sirve, digamos que los platos son un poco mas complejos, la presentación es mas elegante, los sabores son mas variados y en resumen es una cocina bastante mas cuidada que la de Tábula, lo cual no es ni bueno ni malo, es solo una cuestión de gustos. La tercera razón y quizás la mas importante, es que siento que he aprendido mucho mas en esta cocina, al ser mas pequeña todo pasa lo suficiente cerca para poder mirar, los chicos además son mas dados a enseñar y Alejandro (el señor Chef) pasa mas tiempo en esta cocina.
   En este mes he aprendido a hacer pan, chips, pasta, tartar, a confitar  pato,  a armar carpaccios, por cierto hoy hicieron un carpaccio de pato con sorbete de zanahoria que se veía delicioso, yo no lo probé porque como les había dicho antes soy vegetariana, pero todos coincidieron en que estaba increíble. ¿En qué estaba? ¡Ah! cocinar  y limpiar el pulpo, limpiar y cocinar alcachofas, a hacer helado, garrapiñar almendras, decorar los platos, a hacer varias salsas, afilar los cuchillos, ya corto mucho mas rápido, si vieran lo lindo que me sale el brounoise (Cortar las  verduras o frutas en dados  muy pequeños, mas o menos 2mm por lado)...
   La semana pasada hicieron un menú de maridaje y yo fui la encargada, junto con Nico(otro pasante), de servir el aperitivo, decorar los plato y servir los postres, no saben lo emocionante que fue. Alejandro es un Chef talentosísimo y en estos menús  es donde realmente lo demuestra, estoy segura que es aquí donde cocina lo que a el le gustaría hacer. El heredo la cocina de los dos Restaurantes, así que hay un estilo  y unas tendencias que tiene que respetar.  De verdad si un día pueden venir a uno de estos menús, no lo piensen mucho y haganse el regalo, realmente vale la pena.




   Bueno me retiro por hoy,  pero prometo volver muy pronto...


   Algunos de los platos del Restaurante...










 Camilo, Andrés y Tortuga, los chicos de Don Ostia...





                                                                                 

jueves, 10 de marzo de 2011

Tips...


  Es Jueves por la noche y estoy muerta, aunque me siento feliz confieso que mi cuerpo no esta acostumbrado a este ritmo, son muchas horas de pie al día y eso que solo estoy en el turno diurno. Ya  puedo sacar la mayoría de las entradas y ensaladas sola, pero todavía me pierdo en las ordenes, cuando entran varias comandas a la vez me confundo y no se que va con que, afortunadamente todos los chicos en LA COCINA tienen la paciencia para repetirme las cosas cuando me pierdo, hay que estar muy concentrado para no enloquecer. Sin duda hoy es el día mas atareado que me ha tocado, el restaurante estaba hasta las metras y todo el mundo llego al tiempo.
  Toda la vida me ha gustado cocinar, pero hay muchas cosas que no sabía. Por ejemplo no tenía muy claro como usar la sal, sabía que en las carnes debía colocarse al final, una vez cocida, para evitar que la carne se deshidrate  y quede  dura, pero creía que esto era igual en la cocción de las verduras y resulta  que no es así, que cuando hacemos una salsa, una sopa o un guiso de verduras la sal se coloca al comienzo ya que ayuda a soltar el sabor de estos alimentos  y además se ablandan mas rápidamente. Tampoco sabía que en los alimentos que se dejan enfriar para comerse es bueno que queden saladitos, pues se sentirá menos la sal una vez se enfríen.
  De lo otro que no tenía ni idea era de cómo usar  el glutamato, hay muchos mitos alrededor de esta sustancia; que además se encuentra presente en todos los alimentos, aunque solo en aquellos en que se encuentra en estado libre posee la cualidad de resaltar el sabor, por ejemplo en alimentos como los quesos maduros (especialmente en el parmesano), los tomates maduros, hongos secos y caldos de pescado. Lo cierto es que realmente ayuda a realzar el sabor de las comidas  y supongo que como todo en la vida el exceso debe de hacer daño, el abuso que los chinos y los peruanos hacen de esta sustancia ha creado grandes controversias, pero el buen uso de alimentos ricos en esta sustancia hace maravillas en nuestros platos y si le pones un punto de cristales de glutamato a un ceviche tu paladar lo agradecerá.
  Para decorar hay mucho trucos, cada chef tiene los propios, solo hace falta usar la imaginación y contar con los utensilios e ingredientes adecuados, por ejemplo los aceites de colores  ayudan mucho. Solo hay que licuar el aceite con alguna sustancia que le de color; como el pimentón para hacer aceites rojos, naranjas y amarillos; el perejil para hacer aceites verdes; remolacha para fucsias y luego colocarlo en un pote de esos que se usan en los restaurantes de comida rápida para servir las salsas. Realmente las opciones son muchas solo hay que aventurarse y probar, de ese modo se pueden servir los platos con un toque mas elegante, el cebollín, el cilantro y el perejil picaditos también ayudan mucho en la decoración de los platos, por ejemplo un aguacate servido con un aceite de color y un poquito de cilantro esparcido alrededor se transforma notablemente ante la vista.
  El crocante de queso se ve muy guapo en las ensaladas y el sabor es inmejorable, para hacerlos solo necesitas algún queso maduro con buen sabor como el parmesano o el paipa rayados, un plato pequeño y un microhondas. La idea es esparcir una pequeña cantidad de queso sobre la superficie del plato (con un poco de aceite para que no se pegue) tratando de que quede bien cubierta, luego se coloca en el microhondas entre un minuto y medio y dos  (depende del queso), se saca y se separa con un cuchillo con mucho cuidado para no romperlo  y listo, lo pueden usar como base para alguna ensalada o a los lados de ésta. Aquí les dejo unas fotos para que vean como se hace.
  Hasta la próxima...